Earthing, conexión plena con la Tierra a través del contacto

¿Conoces esa sensación de alivio y placer al llegar a casa y quitarte los zapatos? ¿Y qué me dices del contacto con la arena de la playa y con el césped natural?

¿Te has dado cuenta de que, en muchas culturas, se desprenden de los zapatos para entrar en ciertos lugares como templos, iglesias, colegios, edificios o casas? Incluso, en ocasiones, caminan descalzos por las calles sin ningún reparo…

A este hecho tan sencillo como tomar contacto con la superficie del suelo es lo que se hace llamar earthing o grounding, que consiste en caminar descalzos para entrar en contacto con la energía natural de la tierra a través de nuestros pies y, de esta forma, fomentar la salud física y emocional de las personas.

Pero… ¿por qué hablamos de energía?

Según los expertos, las personas somos seres eléctricos capaces de emitir y de recibir energía. Cuando se produce un desequilibrio interno entre iones positivos y negativos, surgen problemas de salud que se derivan en cansancio y escasez de energías, y su causa se debe a una pérdida de conexión con la tierra debido a la contaminación, los productos y los alimentos que tomamos, así como la gestión de las emociones y del estrés que sufrimos.

Beneficios de la práctica de earthing o grounding

Anteriormente, nuestros antepasados tenían un contacto absoluto con la naturaleza: caminaban descalzos y dormían sobre pieles o árboles. Algunas sociedades y culturas del mundo mantienen este contacto próximo a la Madre Tierra.

Hoy en día, nuestro estilo de vida actual nos ha llevado a desligarnos cada vez más de la naturaleza. Con el uso de calzado, alfombras y otros materiales aislantes, nos hemos aislado de esa conexión entre el organismo humano y el ecosistema natural que nos rodea, y del cual formamos parte.

Tal y como confirman muchos estudios, esta desconexión hace que seamos más propensos a sufrir enfermedades crónicas, inflamatorias y trastornos inmunes, ya que no nos beneficiamos de la carga de electrones que podríamos absorber del contacto con el suelo.

Estos son algunos de los beneficios que han sido demostrados del contacto con la naturaleza a través de earthing o grounding:

  • Reducción de la inflamación y mejora del sistema inmune
  • Reducción de la glucosa en la sangre
  • Antioxidante
  • Favorece una piel más limpia
  • Mejora la calidad del sueño y aporta efectos relajantes
  • Mejora el estado de ánimo
  • Ayuda a reducir el estrés y contribuye a elevar los niveles de energía
  • Mejora de la actividad cerebral y cardiovascular
  • Mejora de la recuperación muscular
  • Sincronización con los ritmos naturales del día y la noche

Por tanto, el contacto con la naturaleza nos permite continuar con el ciclo natural de intercambio de energías y electrones que hace que todo esté conectado, y que nos sirve para recuperar el equilibrio en nuestro estado físico y mental.

Principios y recomendaciones para practicar el Earthing

Como ves, caminar descalzos es una buena forma de reconectar con el terreno, aunque no sustituye una inmersión real en la naturaleza.

Sin embargo, los estudios demuestran que una exposición de tan sólo 40 minutos descalzos, de manera constante, es suficiente para brindarnos beneficios. Y, aunque no es lo mismo, también existen otros pequeños gestos que podemos hacer:

De esta forma, los beneficios físicos resultan innegables. Pero, además, la práctica regular de earthing o conexión con la tierra, ha demostrado tener efectos positivos para nuestra salud mental. 

En Japón, tuvo lugar un programa en 1982 llamado shinrin-yoku, algo así como “baño de bosque”. Las investigaciones llevadas a cabo concluyeron que caminar 40 minutos por el bosque reducía los niveles de estrés y amplificaba los efectos positivos de la actividad física.

si quieres saber más sobre los increíbles efectos de la conexión con el entorno natural mediante la práctica de earthing, te animo a que eches un vistazo al libro“Eathing: con los pies descalzos”.

2 Comments

  • Silvia dice:

    Hola Raquel,
    el hombre contemporáneo está cada día más y más alejado de la naturaleza.
    Pasamos por un parque sin ver los árboles,concentrados en nuestros móviles.Nos haría bien
    acercarnos a esos amigos silenciosos que nos ofrecen sombra y frutos.
    Tengo muchos recuerdos de largas caminatas a lo largo de playas atlánticas y siento todavía la fresca sensación del mar.Estas experiencias pueden ser inolvidables,a pesar del paso del tiempo.
    Busquemos la naturaleza también en la ciudad si no podemos acercarnos a la montaña o al campo.Un abrazo.

    • Raquel dice:

      Hola Silvia, muchas gracias por tu comentario. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, no es necesario alejarnos por completo de las ciudades para volver a conectarnos con la naturaleza. Se trata de prestar atención a los pequeños gestos para evitar desprendernos de lo que nos permite seguir con vida. Gracias por estar ahí, un abrazo!

Leave a Reply