INDIA: CULTURA, TRADICIONES Y COSTUMBRES SOCIALES

By 17/02/2020abril 8th, 2021Cultura, Inclusión social, Viajes

La diversidad existente en la India puede observarse fácilmente a través de distintos aspectos. Uno de los más representativos es la variedad de lenguas que aglutina el país. El hindi es la lengua nacional, hablada principalmente en la zona del norte. Esta lengua es hablada por un tercio de la población, pero la lengua que aúna a todos los indios es el inglés. Además, existen 22 lenguas reconocidas oficialmente, lo que muestra la importancia de las minorías culturales a nivel regional en este país.

En cuanto a la religión, es notablemente significativa la existencia de hindúes (81%), que conviven con musulmanes (13%) y con cristianos (2%). Además, aproximadamente un 2% de la población es  sikh, y el 1% es budista. Toda esta diversidad lleva a la formación de muchas pequeñas minorías.

Como señala Amartya Sen, Premio Nobel de Economía, “De cualquier cosa que se diga de la India, su opuesto también es verdad”. Es decir, hablamos de “la unidad en la diversidad”, que son los eslóganes de políticos como Nehru o como Gandhi. Se trata pues de un proyecto común pero respetando la diversidad.

La sociedad tradicional de la India se encuentra fuertemente definida por una jerarquía social y unos valores muy marcados e interiorizados. De esta forma, el sistema de castas sigue vigente, y la pertenencia a cada una de ellas viene determinada por la familia, puesto que las castas son heredadas por nacimiento, y determinan la posición, las relaciones sociales, el matrimonio, o incluso la profesión de cada persona.

Para entender la organización social en India, debemos tener en cuenta que existen cuatro castas fundamentales, y se establecen según el grado de pureza en las que se divide la sociedad. Este sistema se desarrolló hace más de 3000 años, con la llegada de los “arios”, para diferenciarse de la población autóctona (los “dashas”, que significa “esclavos”).

Según el tipo de trabajo que desempeñan, encontramos a los Brahamanes o sacerdotes; los Khastriyas guerreros y administradores; los Vaishyas comerciantes, y los Shudras que se dedican a trabajos manuales. En el estrato más bajo de la sociedad encontraríamos a los “intocables” o dalits, que supone la población excluida, y representan aproximadamente el 16% de la población, lo que serían cerca de unos 190 millones de personas.

La casta continúa siendo uno de los signos de identidad más importantes de la sociedad india, y se sustentan sobre dos principios fundamentales: el Principio de la Diferencia y el Principio de la Jerarquía. En esta ocasión no entraré en detalle, pero puedes encontrar más información en mi proyecto de investigación si lo deseas. ¡Lo pondré muy pronto a tu disposición!



SISTEMA DE CASTAS EN LA SOCIEDAD INDIA

Sistema de castas

Las castas son, por tanto, categorías jerarquizadas de manera muy rígida. Este sistema se ha perpetuado a lo largo del tiempo, si bien es cierto que se ha vuelto más flexible en la actualidad. No obstante, en el ámbito familiar se mantienen mucho más estas costumbres, otorgando especial cuidado a aspectos como el intercambio de alimentos, o la elección matrimonial.

LA FAMILIA EN LA INDIA

En India no se entiende tanto la libertad como una cuestión personal y propia del individuo, como ocurre en Occidente. Más que el individuo, la unidad de la sociedad india es la familia. En el hinduismo se considera el matrimonio como una obligación religiosa, pero solo aproximadamente el 20% de los matrimonios son fruto del amor entre dos personas. De este modo, son comunes los matrimonios concertados. Tras encontrar al candidato o la candidata, comienzan duras negociaciones, como veremos más adelante cuando hagamos referencia a la dote.



LA MUJER EN LA INDIA

La mujer india continua ocupando una posición social muy baja, como reflejan algunas prácticas comunes como la dote, el sati, o la imposición del velo.

Durante los primeros años de vida, la mujer no sufre grandes diferencias de educación respecto a los varones. Más adelante, cuando se acerca a la pubertad, su educación comienza a tomar distancia respecto a la de los niños: la niña es educada para ser “pura”. De hecho, en algunas zonas del norte, se utiliza la parda (purdah), que es una palabra utilizada para expresar la reclusión de la mujer de los espacios públicos. En ocasiones, también se obliga a la niña a llevar la dupatta (el pañuelo que cubre su pelo). Todo ello conduce a que se produzca un control de la sexualidad de la mujer.

En cuanto al matrimonio, es uno de los ritos más importantes en la cultura india. No obstante, como mencioné anteriormente, lo más común es que se produzcan acuerdos entre las familias de los novios, y la familia de la novia haga frente a la dote, que inicialmente eran joyas y saris de la novia que se entregaban a la familia del novio, pero actualmente se pagan grandes cantidades de dinero e incluso se ofrecen objetos materiales de gran valor. Realmente, esta práctica se prohibió en 1961, pero continúa llevándose a cabo con bastante frecuencia. Ello induce a todo tipo de actos delictivos, como los altos niveles de infanticidio femenino en el país, o el alto número de mujeres asesinadas por el incumplimiento de la dote.

El objetivo final del matrimonio es la concepción de los hijos, por lo que la esterilidad está mal vista en la sociedad india, al igual que el divorcio, puesto que ambos son contrarios al “honor de la familia” (izat), tan importante en India.

El dato esperanzador es que, pese a las dotes, el infanticidio y la limitada libertad de expresión, es cierto que la mujer está empezando a tomar mucha fuerza y a empoderarse, sobre todo en zonas urbanas, donde cada vez es más frecuente que se organicen grupos de mujeres que tratan de defender sus derechos como seres humanos. También las ONGs están incidiendo mucho en esta cuestión, e incluso una parte de la población india masculina lucha por que se produzca un empoderamiento de la mujer en su país.

Pequeño teatro de los niños en la reunión de ONGs a la que acudí donde se trató la cuestión del empoderamiento de la mujer en la India.

POBREZA Y DESIGUALDAD SOCIAL: INDIA Y LOS SLUMS

Más allá de la pobreza en los slums, gran parte de la sociedad India vive bajo el umbral de la pobreza. Pese a la rápida emergencia de la clase media, aún perdura una pobreza extrema que afecta  a gran parte de la población. Así, las desigualdades sociales aumentan continuamente, y cuestiones como la casta, el sexo y el lugar de procedencia continúan siendo factores determinantes para cuestiones como el acceso a la educación y a la propiedad.

India representa un crisol de diferentes culturas y una gran amalgama de lenguas y de dialectos. No obstante, el país se enfrenta a serios problemas a la hora de abastecerse de sus propios recursos: a pesar de que los suelos son fértiles y el país representa un poderoso exportador de grano, la mala distribución es lo que provoca que una parte importante de la población no tenga acceso al alimento, y ello contribuye a intensificar las tasas de desnutrición que tanto a afecta a amplias zonas del país.



A todo ello hay que añadir que India es el país con el mayor porcentaje de niños trabajadores a nivel mundial. Las principales causas que determinan este hecho son la discriminación, la exclusión social y la mala calidad educativa, además de los escasos recursos económicos.

De este modo, actualmente la agricultura está perdiendo peso en la economía del país, y la llegada masiva de población migrante a las ciudades en busca de trabajos (generalmente precarios, destinados a esta población poco cualificada) hace que la capacidad de absorción de las urbes se vea superada, originándose los llamados slums o tugurios. Así, los altos niveles de pobreza y la falta de expectativas de desarrollo empujan a esta población rural a emigrar hacia las grandes ciudades, y muchos acaban asentándose en los barrios periféricos, que representan zonas peligrosas y marginales. Además, en estas zonas no suele haber acceso al agua potable, y las escasas condiciones de salubridad hacen que las enfermedades se propaguen de manera alarmante.

Crematorio de Varanasi
Animales sagrados frente al río Ganges

En conclusión, dicen que la India o te enamora o la odias. Sin duda a mí me cautivó completamente, no veo el momento de volver a recorrer sus calles, a sentir el aroma de sus especias, a ver las sonrisas de sus niños y a saludar haciendo una pequeña reverencia y diciendo “Namasté!”.

Si quieres saber cuáles fueron las conclusiones y propuestas de mi investigación, ¡puedes conseguirlo! ¡Muy pronto lo encontrarás disponible!

Además, si después de leer este post te has quedado con ganas de visitar este país tan mágico, no dudes en consultar Viajes de Retiro, una forma diferente de viajar y conocer otras culturas.



Taj Mahal, Agra

NAMASTÉ! 

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