Hace tiempo, escribí un artículo sobre la cultura de los pueblos indígenas en distintas partes del mundo, que puedes consultar aquí. Sin embargo, llevo tiempo queriendo compartir una información que me parece fascinante sobre dos comunidades indígenas que se encuentran en la India.
Considero que es muy interesante conocer estas formas de vida tan diferentes, siempre que no se pervierta y se convierta en una atracción turística y, sobre todo, ponga en riesgo su seguridad y su identidad cultural.
En plena era tecnológica es difícil imaginar que, en algunos rincones del mundo, las personas viven completamente aisladas del resto de la civilización, que no conocen internet y tampoco hacen uso de la electricidad. Seguramente nos resultará imposible imaginar un estilo de vida así…
Por eso, me gustaría acercar un poco la historia de dos pueblos indígenas: los santineleses y los jenu kurubas.
1. La isla Santinel del Norte y su tribu
La isla Santinel del Norte se encuentra en el archipiélago de las islas Andamán, en la India. Se considera que aquí vive la tribu más aislada del mundo, puesto que se oponen a cualquier tipo de contacto con el exterior.
La isla cuenta con una increíble riqueza ecológica y una vegetación tan basta que resulta difícil ver lo que se esconde bajo el gran manto de árboles que la cubre. Una historia que me fascinó sobre esta isla es que, después del tsunami que arrasó el mar índico en 2004, se dio por hecho que esta tribu había sido desolada por la fuerza de las olas, dando por concluida la vida en la isla.
Sin embargo, como explica Luisa Maffi en este video, la tribu logró sobrevivir haciendo uso de sus conocimientos ancestrales. Se estima que esta tribu es una de las más antiguas del mundo, y actualmente continúan conservando sus prácticas tradicionales de vida paleolítica, cazando y pescando con herramientas rudimentarias como lanzas. Además, hablan su propia lengua y viven prácticamente desnudos.
Ante la negativa de contacto con el mundo exterior, las autoridades indias decidieron reconocer su aislamiento y, por tanto, no se hacen responsables de cualquier incidencia que pudiera ocurrir si alguna persona intenta acercarse a ellos. Las leyes indias no se aplican en este territorio, puesto que se considera que los sentineleses tienen su propia normativa interna.
Experiencias con el mundo exterior
A finales del siglo XIX, se llevó a cabo una expedición en la isla de Sentinel del Norte con el fin de contactar con los pueblos indígenas. En dicha expedición, encontraron a una pareja de ancianos y algunos niños, y decidieron llevárselos a Port Blair para experimentos científicos. Los adultos murieron muy pronto y los niños fueron devueltos, desarrollando rápidamente enfermedades derivadas de su carencia de inmunidad frente a este mundo exterior.
Más tarde, entre las décadas de 1970 y 1990, se produjeron otros intentos de acercamiento a la tribu, dejando regalos cerca de la orilla como cocos, cerdos, plátanos, muñecas, etc. Los sentineleses nunca parecieron dispuestos a entablar contacto y dejar que los forasteros se acercasen a su isla. En 1996, se empezó a cuestionar el hecho de intentar contactar a una población sana y feliz con su modo de vida y cuyo acercamiento podría derivar en graves consecuencias para la sostenibilidad de la comunidad.
Después del Tsunami en 2004 y, tras comprobar que la población continuaba estando bien, se decidió abortar nuevos intentos de contacto con los sentineleses.
Comparto un video publicado por Survival que muestra los intentos de contacto con los sentineleses.
2. Pueblo Jenu Kuruba, recolectores de miel
Los Jenu Kurubas son un pueblo de la India que vive en la Reserva de Tigres de Nagarhole, en los bosques de Karnataka. Como conviven con los tigres, los árboles, las plantas y el resto de animales que forman su ecosistema, no es de extrañar que esta tribu considere que todos juntos forman un único ser. Me encanta esa idea de diversidad en la unidad…
Los jenu kurubas se dedican a cultivar sus huertas y a recolectar frutas, legumbres y vegetales. Pero lo que más les apasiona es la miel. De hecho, su nombre significa “recolectores de miel”. Sin embargo, son conscientes de la armonía y necesidad de respetar el medio, hasta tal punto que nunca recolectan más de lo que necesitan. Su forma de vida prioriza el respeto a la Madre Tierra y a sus ciclos naturales, su filosofía se basa en la creencia de que los bosques son sagrados, y la miel también.
Sin embargo, este pueblo ha enfrentado multitud de expulsiones ilegales de sus tierras, acusándoles de dañar la fauna y la flora, y con el fin de crear zonas protegidas con fines turísticos. Para lograr su marcha, como ocurre con muchas tribus indígenas, se les presiona mediante acosos, torturas e incluso asesinatos.
Se escudan en el argumento de que “son una amenaza para la protección de los tigres” cuando, realmente, el pueblo jenu kuruba dedica todos sus esfuerzos en defender y conservar lo que considera sagrado: el mundo natural y todos los animales que forman parte de su entorno. Además, estas expulsiones son ilegales, ya que violan muchos aspectos de la ley India. Les obligan a marcharse y a dejar sus hogares a través de la fuerza, el abuso y la violencia.
Cuando los jenu kurubas descubrieron que el argumento para su desalojo era que “su vida es muy difícil, y viven con miedo permanente a elefantes, leopardos y tigres”, la tribu se rió de la idea de temer a los niños animales a quienes veneraban.
Conclusión: proteger los derechos de las tribus indígenas
En este artículo, hemos acercado la realidad de dos tribus indígenas de la India. Sin embargo, existen comunidades en todas partes del mundo que enfrentan a diario situaciones de discriminación, abuso y violencia, con continuas amenazas y dificultades para desarrollar su vida.
Por suerte, existen organizaciones como Survival que, a través de la denuncia y de dar a conocer estas sociedades, presionan a los gobiernos para que les reconozcan sus derechos y les permitan vivir con dignidad y respeto.
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Hola Raquel,
me pareció muy interesante la informacíón sobre estas dos tribus,los Sentinel y los Jenu Kuruba,cuya existencia desconocía..
Creo que es un acierto del gobierno indio respetar sus formas de vida y no imponerles las costumbres de nuestro mundo.Sacarlos de su medio natural es exponerlos a problemas físicos y mentales.
Ellos viven felices,en armonía con los animales y plantas que integran su mundo.
Nada piden,pero a nada quieren renunciar.Tal vez nos cueste comprender su realidad,pero tenemos que respetarla.
Un abrazo.
Me alegro mucho de que te resulte interesante, Silvia. Creo que es importante visibilizar la realidad de estas comunidades que, aunque viven alejados del resto del mundo, lo hacen por iniciativa propia y son felices con sus rutinas y modos de vida. Es importante respetar su decisión de continuar con la vida que conocen y que aprecian, y no imponerles ningún cambio que pueda derivar en daños físicos y mentales. Qué bonito sería difundir más esta información para que seamos conscientes de que hay otras formas de vivir, igual de dignas e incluso más responsables con el medio ambiente y con los animales. ¡Un abrazo!