Lecciones de vida que aprendí viajando

Desde que era muy pequeña, siempre me llamó la atención conocer gente de otras partes del mundo. Me fascinaban sus acentos, sus rasgos característicos, sus curiosos gestos y su forma de relacionarse. Siempre supe que quería viajar y conocer otros lugares y culturas diferentes.

Uno de los destinos que siempre tuve en mente fue la India. Por algún motivo, sentía una gran atracción hacia este maravilloso país y sus aspectos culturales.

Hace años, durante mis estudios de Máster en Acción Solidaria Internacional e Inclusión Social, decidí que era el momento. Se me ocurrió la idea de dedicar mi trabajo de Fin de Máster a explorar algunos de los aspectos que más me impactaban de su sociedad: El sistema de castas.

Así que contacté con una ONG que llevaba tiempo siguiendo, y comencé a empaparme de sus actividades, sus proyectos y la población con la que trabajaban principalmente, los dálits.

 El propósito de mi viaje era conocer en profundidad esta realidad social que tanto me impactaba. Además, quería ir más allá. Quería colaborar, quería contribuir a mejorar la vida de estas personas, y quería visibilizar esa realidad tan cruda en un contexto cultural tan distinto. Quería formar parte de este mundo tan maravilloso de la Cooperación al Desarrollo.

Conocer nuevos contextos culturales para comprender nuestra propia cultura  

Seguro que ya lo sabes. Son muchas las ventajas de viajar y de tomar contacto con entornos diferentes y personas que poseen bagajes culturales diversos.

No sólo es una puerta al mundo, sino también una experiencia maravillosa que nos permite comprender mejor nuestro propio mundo, internamente. 

Cuando salimos de nuestro entorno y contexto cultural, es fácil sentir incomodidad y hasta cierto rechazo. Nos exponemos a ideas, costumbres y experiencias muy diferentes, que pueden causarnos ciertos estrés y conflictos, tanto internos como con otras personas.

Pero si mantenemos la mente abierta y aceptamos nuestras diferentes, estos primeros momentos de conflicto darán paso a una serie de increíbles ventajas a nivel personal y colectivo.

Algunos de los beneficios más importantes que obtenemos gracias a este contacto intercultural son, por ejemplo:

• Salir de nuestra zona de confort y conocer otras formas de ver e interpretar el mundo que nos rodea.
• Superar el pánico y enfrentarnos a nuestros miedos, derribar nuestras propias limitaciones mentales.
• Ampliar nuestras habilidades de comprensión, creatividad y resiliencia.
• Crecimiento personal en todos los planos de nuestra vida.
• Aprendizaje profundo del mundo y de uno mismo.
• Desarrollar nuestra empatía y habilidades personales en sociedad.
• Aumenta la seguridad personal y la autoestima.
• Explorar y aceptar lo desconocido, dejando atrás todo tipo de prejuicios y estereotipos.
• Establecer lazos y redes interculturales, que fomentan la cooperación y fortalecen la capacidad de resiliencia en las sociedades.

10 lecciones que aprendí de mis experiencias viajando

Si has visitado la India, seguramente no te habrá dejado indiferente. Desde el momento en que pisas tierra, una amalgama de emociones y sensaciones de todo tipo comienzan a invadirte por completo.

El cambio no es inmediato. Lleva tiempo procesar toda esa información tan valiosa que, sin duda, provocará un profundo cambio en ti.

A continuación, te comparto algunas de las reflexiones que extraje gracias a las experiencias que viví durante mis intercambios constantes con personas y lugares maravillosos.

1. Es posible escuchar con el corazón…
2. …Y hablar con la mirada.

3. La felicidad no viene determinada por las condiciones externas, sino por la actitud ante la vida. 

4. La fe no solo entiende de religión. Está en la humanidad y la bondad de la gente.

5. No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. 

6. Más allá de nuestras fronteras y diferencias, todos somos personas con inquietudes y sueños. Todos aspiramos a disfrutar de una vida digna, donde nuestros derechos sean respetados. 

7. Cuando tienes un propósito y estás decidido a conseguirlo, no puedes hacer otra cosa que seguir tu instinto.

8. La familia no es aquella que tiene tu misma sangre, sino aquellos que deciden tratarte como tal.

9. Las culturas no son estancas. Están vivas, y las sociedades tenemos el poder de hacer que éstas avancen con nosotros.

10. El mundo está increíblemente interconectado. Las relaciones humanas, el trato al medioambiente, lo que ponemos en nuestro plato, nuestra ética… Cada una de nuestras pequeñas acciones, generan un impacto a nivel mundial.

Conclusión: Sé todo lo que sabes que puedes ser

Hace tiempo leí una frase que me llegó muy dentro. Se trata de una cita de Abraham Maslow, que dice así:

“Si planeas ser menos de lo que eres capaz de ser, probablemente serás infeliz todos los días de tu vida”.

Y a ti, ¿te gustaría ser todo lo que puedes ser? ¿Quieres impactar de alguna forma con tus acciones, y mejorar la vida de otras personas?

Si ya tienes una idea y no sabes cómo darle forma, te dejo un regalo: Descarga gratis mi ebook “Cómo definir, redactar y comunicar tu idea para que inspire y conecte pequeñas acciones”.

Y si tienes alguna duda o prefieres que te ayude, no te lo pienses: ¡escríbeme! Me encantará ayudarte en tu andadura por este maravilloso mundo.

No esperes a que otros lo hagan por ti. Como decía Gandhi, “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”.