Viajar a México: recomendaciones y aspectos a tener en cuenta

«Viajar te deja sin palabras y después te convierte en un narrador de historias».

Ibn Battuta

Como avancé en el artículo anterior, mi gran amiga Almudena y yo acabamos de hacer un viaje recorriendo varios Estados de México.

En este artículo, comparto algunas de nuestras experiencias y de las cosas que nos hubiera gustado saber antes de embarcarnos en esta aventura.

Mi intención es ofrecer información útil para otras personas interesadas en visitar este maravilloso país, y que quieran conocer un poco más sobre su cultura y todo lo que nos ofrece.  

Información útil sobre México y su cultura

Nuestra decisión de visitar México fue muy improvisada. Un día, Almu me llamó y me dijo:

• “Tía, ¿y si nos vamos a México?”.

No dudé ni un segundo:

• “Tía, ¡vámonos a México!”.

Al día siguiente, compramos los billetes de avión y comenzamos a preparar nuestra aventura.

Cambiamos el itinerario en numerables ocasiones, ¡queríamos verlo todo! Hablamos con amigos que vivían allí, preguntamos, consultamos guías y blogs y, finalmente, decidimos crear un itinerario abierto a la improvisación.

A pesar de informarnos sobre la geografía, la cultura y la historia, sólo cuando llegamos allí comenzamos a tomar contacto con la realidad mexicana. Por eso, a continuación, comparto algunos de los aspectos que descubrimos una vez allí, y que podrían ser de utilidad tenerlo en cuenta con antelación:

– Comidas

Seguramente ya lo sabes: la comida mexicana es bastante especiada. Si no te gusta o no toleras el picante, es mejor que lo hagas saber antes de que te sirvan los platos, porque lo normal es que le añadan salsas y condimentos picantes.

Sinceramente, la gastronomía mexicana me sorprendió bastante y la disfruté muchísimo. La comida mexicana no se limita a los típicos platos que conocemos como tacos, burritos, nachos y guacamole. Sin duda, recomiendo que pruebes los chilaquiles, las enchiladas, los guisos y la crema de queso de Oaxaca, además de toda la variedad de frutas tropicales y verduras deliciosas. Un simple aguacate se convierte en un verdadero manjar.

Además, si tienes dudas sobre el desayuno, siempre encontrarás una opción muy versátil: los huevos. Podrás tomarlos estrellados, revueltos, en tortilla, sobre chilaquiles o eggs benedicte. En cualquiera de sus formas, no hay duda de que estarán deliciosos. En cuanto a bebidas se refiere, no soy muy fan del alcohol. El tequila y mezcal son los licores típicos de México, pero aquí va un regalo: Txabentún, un licor digestivo maya que se prepara con miel y anís, perfecto para tomar frío o con café.

Aquí van cinco de nuestros restaurantes preferidos:

• Ciudad de México CDMX: The Green Corner. Perfecto para un desayuno tradicional de ricos chilaquiles, Golden milk y muchas opciones saludables.

• Bacalar: El Malatí. Gran descubrimiento durante nuestro último día en Bacalar. Nos quedamos con ganas de probar la variedad de hamburguesas y postres.

• Valladolid: Casa Maya. Pequeño restaurante vegano, ¡donde degustamos los mejores nachos caseros de todo México! Además, las ensaladas, bowls y tartas crudiveganas son impresionantes.

• Mérida: Pan & Kof.feé. ¡El pan casero, el Golden milk y los eggs benedicte son maravillosos!

• Holbox: Fresco Bar & Grill. Descubrimos este pequeño restaurante un día que empezó a llover mucho y tuvimos que refugiarnos en el primer sitio que encontramos. Y nos gustó tanto que repetimos. Sabores sencillos pero con identidad, así es como lo definiríamos.

• Playa del Carmen: Carlota Bakery. Desayunamos en esta pequeña cafetería justo antes de tomar el autobús a Bacalar. La verdad es que todas las opciones sonaban tan deliciosas que no sabía por cuál decantarme. No suelo tomar waffles pero, estos tenían tan buena pinta que no pude resistirme: una mezcla entre vainilla y chocolate, frutos rojos, huevos revueltos y sirope de arce. ¡Increíblemente deliciosos!

– Precios y cambios

Vivir en México es, sin duda, más barato que vivir en Estados Unidos o en Europa. Sin embargo, en zonas turísticas suelen inflar bastante los precios. Dicho esto, prepárate para regatear.

Por otra parte, si tienes intención de alquilar un coche en México, debes saber que saldrá muchísimo más caro de lo que en principio pueda parecer: deberás contar con el plus de los seguros, los peajes, el costo del parking, etc. Nosotras teníamos intención de hacerlo y, finalmente, nos decantamos por movernos en autobús. Es bastante barato y cómodo.

Y, si piensas comprar regalos, no esperes a llegar al aeropuerto. Sin duda, te saldrá muchísimo más caro. Para que te hagas una idea, nosotras solíamos pagar uno 20 pesos por dos botellas de agua de 1,5L. En el aeropuerto, nos cobraron 178 pesos por dos botellas de 1L. Si quieres cambiar tu moneda a pesos mexicanos, encontrarás muchas casas de cambio por todo el país. Quizás quieras comparar entre varias, puesto que los precios suelen oscilar un poco.

– Ruinas y restos culturales y arquitectónicos

Desde mi humilde opinión, uno de los atractivos más bonitos y valiosos del país. Tienen una riqueza cultural y arquitectónica fascinante. Y no deberíamos cometer el error de limitarnos únicamente al Chichen Itzá o las ruinas de Tulum.

Sí, sin duda se merece el título reconocido de una de las 7 maravillas del Mundo. Pero, desde nuestra experiencia, existen ruinas mayas en mucho mejor estado, muy bien cuidadas, más auténticas y que ofrecen mayor información, a pesar de no ser tan turísticas ni reconocidas a nivel internacional.

Por ejemplo, en Bacalar pudimos disfrutar de las ruinas de Kohunlich que, además de conservarse en perfecto estado, ofrece información de cada complejo arquitectónico en distintos idiomas (español, maya e inglés).

Y si quieres algo todavía más salvaje, te recomendamos otras ruinas que están a unos 40 minutos de Kohunlich: Dzibanché, donde todavía continúan las labores de rehabilitación puesto que siguen encontrando ruinas por la zona.

Eso sí, recomendamos visitar siempre estos lugares con un guía turístico que pueda contarte aspectos interesantes de su historia y su cultura. Además, al no ser muy turísticas, es fácil perderse por allí. Al fin y al cabo, estás en medio de la jungla. De hecho, si tienes suerte, ¡hasta podrás ver a los monos araña!

– Desplazamientos, seguridad e imprevistos

No podemos negar que México es un país más violento en comparación con países como España. Por tanto, hay que ir con un poco de cuidado y evitar ciertas zonas más conflictivas. Sin embargo, nosotras no nos sentimos inseguras.

Un consejo que nos dieron antes de ir fue que, siempre que fuera posible, evitásemos tomar un taxi y optásemos por Uber. Dicho esto, en ciudades como Cancún, Valladolid o Mérida no opera Uber, por lo que tuvimos que hacer uso de taxi en alguna ocasión. Eso sí, nos aseguramos de pedirlo desde un lugar de confianza, y acordar el precio antes de subirnos.

Durante nuestra estancia en Mérida, el huracán Grace tocó tierra en Tulum y vivimos los efectos desde el interior: más de 12 horas sin electricidad, algún cable volando por las calles, establecimientos cerrados a cal y canto, días enteros sin agua ni internet, etc.

En este sentido, nos dio la sensación de que, a pesar de estar acostumbrados (según el dueño del hotel, tienen una media de 18 al año), no estaban preparados para afrontar esa situación: no había un plan B, no nos ofrecieron alternativas, ni siquiera unas velas. Simplemente se resignaron a lidiar con esa situación.

A pesar de ello, la gente nos pareció súper amable y siempre dispuesta a ayudarnos. En general, les encanta preguntar, compartir sus experiencias y tradiciones, dar a conocer su gastronomía y sus costumbres. Nos hicieron sentir como en casa.

– Paraíso marítimo

Es innegable: México cuenta con unas playas espectaculares donde poder relajarte, nadar, bucear, ver el atardecer y disfrutar de un entorno paradisíaco. Pero, a pesar de que la Riviera Maya es la región más turística y conocida, existen otras zonas espectaculares por todo el país.

Por ejemplo, en Yucatán hay lugares mucho menos masificados, como Celestún y la isla de Holbox. Nosotras pasamos algunas noches en Holbox y nos enamoramos del entorno, el mar, los atardeceres, la comida y la gente.

Para nuestro próximo viaje, planeamos visitar las costas de Oaxaca, que parecen tener también un encanto propio.

– Vocabulario y expresiones

Como sabes, dependiendo del país y la cultura, todos nos expresamos de manera diferente.

En México, nos llamaba mucho la atención la manera de saludarse (¡qué onda!), sus expresiones cuando algo les gustaba (está padre, está chido), su forma de preguntar cuando no han entendido algo (¿mande?), las palabras que utilizan para referirse a cosas cotidianas como la piscina (alberca), el coche (carro), aloe (nopal), o verbos como agarrar (jalar), o conducir (manejar).

Siempre me ha encantado compartir este tipo de cuestiones con otras personas, y aprender de nuestras diferencias culturales. Pienso que es un profundo reflejo de sus valores, su ideología y su forma de ver el mundo. Es muy bonito que lo compartan con otras personas que se interesan en conocer su cultura.

– Naturaleza en su máximo esplendor

Como gran parte de América Latina, México cuenta con una increíble biodiversidad. Sus frondosas selvas acogen una enorme variedad de especies animales que, junto con la vegetación, configuran su gran ecosistema.

Según nos comentaron, existen más de 50 especies de serpientes, y mamíferos como pumas, jaguares y panteras negras, cocodrilos, aves, etc. Podemos compartir varias anécdotas sobre esto:

En una ocasión, un amigo nos contó que, hace años, le picó una víbora en el pie izquierdo. Cuando llegó al hospital le dijeron que, de haber tardado 20 minutos más, no lo habría contado. Además, tuvo suerte de recibir la última dosis disponible (otra muestra de esa vida de improvisación día a día).

En Holbox, una persona nos contó que habían encontrado una boa en un restaurante del centro de la isla. Lo busqué en internet y, efectivamente, el reptil había sido encontrado en el restaurante “con el vientre abultado, después de ingerir sus alimentos”.

En Bacalar, aunque no se habla mucho de ello, preguntamos por la presencia de cocodrilos. Al fin y al cabo, se trata de un manglar con unas condiciones climáticas idóneas para ellos y, días anteriores, habíamos visto varias noticias sobre su presencia. Cuando preguntamos por ello, nos decían que “estaban en la otra orilla de la laguna, y que se asustaban de los humanos”. Obviamente, intentan que su presencia no afecte la llegada de turistas.

– Perros callejeros

Como amante incondicional de los animales y, en especial, de los perros, sentía cierta preocupación sobre este aspecto. Ya había visto, escuchado y compartido comentarios en relación con la presencia de perros en las calles de México, y lo cierto es que me lo esperaba peor.

Después de mi experiencia en la India no sentí que, al menos en las zonas donde estuvimos, la situación fuera demasiado alarmante. Había perros, sí, pero la gente parecía respetarlos. Y, en general, no estaba impregnados en sarna, como muchos de los que veía por las calles de las ciudades en la India.

Eso sí, nunca pudimos resistirnos a ofrecerles agua y caricias a cada perro que se acercaba a nosotras. Todos fueron amables, tranquilos y juguetones. Nos los hubiéramos traído a todos en la maleta.

México lindo, un lugar para improvisar y fluir

A pesar de lo idílico que pueda parecer, no deja de ser un contexto y cultura diferentes, por lo que tuvimos bastantes percances: retrasos, cortes de electricidad, timos, días sin agua ni internet en la isla, cargos imprevistos y decepciones culinarias, etc.

Dicho esto, desde el principio aceptamos las diferencias y fuimos fluyendo sin presiones, abiertas a la improvisación y con las ganas de aprender y de disfrutar de esta maravillosa aventura.

¡Gracias, Almu, por tu amistad y por compartir experiencias tan gratificantes y enriquecedoras conmigo! 🙂

Y tú, ¿conoces la cultura Mexicana? ¿Qué es lo que más te atrae o te llama la atención de ella?

Te animo a que compartas tu opinión en un comentario. ¡Gracias!

«Nuestro destino de viaje nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas».

Henry Miller