Los desafíos de las parejas interculturales o mixtas

By 20/01/2021abril 8th, 2021Gestión de la Diversidad, Interculturalidad

Las sociedades son cada vez más diversas e interculturales. A consecuencia de la globalización, las relaciones multiculturales se han visto enormemente incrementadas en todo el mundo.

Y estas relaciones no se producen sólo en el ámbito laboral, educativo y económico. Sino que también son frecuentes en el ámbito social e, incluso, familiar. De hecho, es muy común que se establezcan lazos fuertes con personas de distintas culturas y, por tanto, que surjan relaciones amorosas y sentimentales entre ellos.

El choque cultural en la pareja mixta  

Como ya hemos comentado, todos vemos e interpretamos el mundo a través de nuestras gafas culturales. Por tanto, lo que puede ser completamente normal y socialmente aceptado para nosotros, podría no serlo para una persona con un bagaje cultural completamente diferente al nuestro. Y ello puede dar lugar a importantes conflictos.

Este hecho se intensifica cuando surge entre dos personas que conviven y desarrollan sus vidas juntas, puesto que cada una de ellas posee creencias y costumbres diferentes.

Aspectos como el idioma, la forma de comunicar y de expresarnos, los hábitos y las normas, juegan un papel fundamental a la hora de establecer relaciones con otras personas. Y las diferencias en las mismas pueden generar rechazos sociales, que desembocan en estos “choques culturales”.

Diferencias culturales que generan conflictos en la pareja

Dentro de la pareja, existen muchos aspectos que propician el surgimiento del conflicto, y que puede dar lugar a situaciones desagradables. Sin embargo, en el caso de las parejas mixtas o interculturales, la situación se complica aún más debido al “error de atribución”, o lo culturalmente aceptado.

Por ejemplo, mientras que en ciertas culturas se espera que la pareja muestre signos de afecto como caricias, besos o abrazos, en otras culturas estos gestos quedan relegados al ámbito privado.

Estos son sólo algunos de los aspectos que más conflictos pueden generar en las relaciones interpersonales de parejas mixtas:

Retos: cómo hacer frente a los desafíos en la relación  

Cualquier relación sentimental supone un proceso de aprendizaje y adaptación por parte de ambos miembros. En el caso de las parejas mixtas o interculturales, no podemos negar que el reto es aún mayor.

Pero no imposible, siempre que ambos estén dispuestos a aceptarse y cooperar para que la relación funcione. Por tanto, la comunicación y la tolerancia son fundamentales para establecer unas bases comunes en la pareja, que permitan crear una relación sana y sostenible.

Por tanto, se trata de respetar las diferencias dentro de esta enorme diversidad de hábitos y de experiencias. La empatía es la base de la relación, gracias a ella podremos detectar necesidades, deseos y sentimientos a pesar de nuestras diferencias culturales. Algunas estrategias para hacer frente a los desafíos de las parejas mixtas podrían ser las siguientes:

1.Aprender de su cultura y su idioma materno

Es normal que, si tienes una relación estable con alguien de otra cultura, quieras conocer sus costumbres, tradiciones e ideas. Y hacerlo supone una ventaja increíble para que la relación triunfe.

Conocer los aspectos más arraigos de otra cultura nos hace comprender mejor su forma de ver el mundo, y ello facilita que muchos de los posibles conflictos se disipen, ya que creamos una conexión empática con sus emociones, intereses y expectativas.

2.Deshacernos de los prejuicios

Es importante conocerlos, pero no podemos dejar que dominen la relación. No solamente por parte de los miembros de la pareja, sino también por personas cercanas que podrían mostrarse totalmente en contra de esa unión intercultural.

Como hemos dicho, a través de una buena comunicación y del respeto, esos prejuicios sobre las diferencias étnicas y socioculturales acabarán cayendo por su propio peso.

3.Respetar los tiempos y espacios personales

Como ya hemos hablado en artículos anteriores, la percepción del tiempo y del espacio personal varía mucho de una cultura a otra. Es importante no dar nada por sentado, y mostrarnos flexibles ante otras formas de interpretación de la realidad. Será necesario llegar a un acuerdo que sea amable y cómodo para ambos.

 4.Evitar generalizar o extremar las diferencias

No es nada producente que generalicemos o ataquemos aspectos propios de la cultura del otro. Dejarnos llevar por prejuicios y acusaciones sólo empeorará la situación y no nos permitirá llegar al entendimiento mutuo.

A ninguna persona le gusta sentirse atacada o juzgada, lo único que conseguiremos será aumentar el recazo y las diferencias.

5.Crear rutinas propias

Al igual que en cualquier relación, es sano buscar inquietudes y pasiones comunes que podamos compartir en pareja. Además, añadiendo el componente cultural a estos pasatiempos, conseguiremos crear tiempo de calidad a la vez que fomentamos el conocimiento y comprensión de las distintas culturas.

Ejemplos típicos son: cocinar recetas típicas de distintos países, practicar deportes característicos, disfrutar de películas y música que reflejen aspectos culturales, viajar, etc.

Elementos claves en una relación intercultural

En definitiva, como en cualquier relación intercultural, la pareja mixta debe tener muy presentes ciertos aspectos en su vida diaria: Empatía, comprensión, respeto, comunicación, flexibilidad, negociación y paciencia.

Ya lo menciona Patricia Morén en su libro “Parejas de colores”: la esencia está en crear una relación sana, donde imperen el respeto y la negociación. Y, para que estos dos elementos sean posibles, debemos aprender a comunicarnos de manera efectiva.

Y no hablamos sólo del conocimiento de idiomas para expresarnos en una lengua común. La comunicación va mucho más allá de las palabras. Necesitamos aprender a comunicar con los gestos, con la mirada y el alma, y a descifrar la mecánica comunicativa en la cultura del otro.

Formar parte de una pareja intercultural implica, sin duda, tener que hacer frente a ciertos obstáculos. No obstante, la oportunidad de conocer la cultura de un ser querido y el innegable enriquecimiento que supone, hacen que todo desafío merezca la pena.

2 Comments

  • Silvia dice:

    Viví la experiencia de constituir una relación con una persona que vivía en otro país y en otro continente.Roland es luxemburgués,pero vivía entonces en Bélgica.Fui feliz con la cálida recepción de los padres y los amigos de Bruselas.Sin embargo ,surgió un problema ,tenía que comunicar en francés,idioma del que poseía una formación básica.
    El esfuerzo propio y la ayuda ajena dieron sus frutos y pronto pude integrarme en una sociedad de la que guardo gratos recuerdos.
    Visitábamos a menudo a los tíos y primos que vivían en Luxemburgo y a la parte francesa de la familia,establecida en París.Estos viajes fuero también una gimnasia lingüística y de adaptación a nuevas formas de vida.
    Recuerdo los cursos de verano de la Universidad Libre de Bruselas donde jóvenes venidos de Europa y el resto del mundo estudiábamos francés.Fue una experiencia estupenda.
    Un abrazo,Raquel.

    • Raquel dice:

      Silvia, te agradezco mucho por compartir todas esas experiencias increíbles que has vivido gracias a tu relación intercultural. Es indudable el enriquecimiento que consigues a través de cada una de esas experiencias, en todos los sentidos. No dudo de los retos que, con esfuerzo y confianza, has debido superar durante todos estos años. Gracias por estar ahí. Un abrazo.

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